jueves, 19 de septiembre de 2013

El hecho de Cristo 1) Su existencia eterna.

El Verbo ya existía antes de todas las cosas



  En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Juan 1:1-3)

 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.  (Col. 1:15-17) 

   Juan comienza su Evangelio de un modo sorprendente, distinto a los demás: “En el principio”, dice él. Pero no se refiere al principio de su vida en la Tierra, sino a un principio muy anterior, antes de la creación de todo lo que existe. Cuando solo Dios existía y lo llenaba todo. Y habla de alguien que era Dios pero también estaba con Dios, a quien llama Verbo. Más aún, declara que existía desde el principio con Dios, y que hizo todas las cosas. ¿Quién es este Verbo, que es Dios y que participó de la creación? Si lees todo el pasaje, descubrirás que es Jesús, pues dice en el vs.14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros...”

   El pasaje de Colosenses también nos habla de Cristo Jesús.  Él nos mostró la imagen, el rostro de Dios. Es el heredero de toda la creación (¡todo fue creado para Él!) Aquí Pablo reafirma lo que dice Juan: Él existe antes de todo, Él no fue creado porque Él es Creador junto con el Padre!!!   Él es Creador porque es Dios.


 El Verbo ya existía antes de todas las cosas.
Él es Dios.



1- El Verbo es el creador del universo
  Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo  a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo,  a quien constituyó heredero de todo,  y por quien asimismo hizo el universo.
                                                         (Hebreos 1:1-2) 

  “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies.”            
                                                                                                                                  (Salmo 8:3-6)
“Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. “(Sal. 147:4)

  El escritor de Hebreos comienza su magnífica carta revelándonos quién es Jesucristo. Durante toda la historia del pueblo de Israel, Dios se había hecho oír, había mostrado su voluntad. Pero en el tiempo señalado, envió a su propio Hijo: el heredero del Universo y el motivo de su creación.
  ¿Alguna vez te pasó como a David, al observar el cielo y los astros,  pensar en la pequeñez del hombre? Si lees todo el salmo, verás que todo esto lo llevó a adorar a Dios, exclamando: “Oh, Señor, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” ¡Contempla la maravillosa creación de nuestro Dios! Un atardecer, la luna sobre el río, las estrellas en una noche oscura, un eclipse… Nuestro universo fue creado por Dios, y por medio de su amado Hijo Jesucristo.

  2-  El Verbo es el creador del hombre y de toda la  vida
 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:26-27)

    Contempla la maravilla de la vida. Los científicos no han podido crearla en un laboratorio. La increíble variedad de flores, animales, aves, las extrañas y luminosas criaturas que habitan el fondo de los océanos y… ¡la lista es interminable! Todo ser vivo fue creado por nuestro gran Dios, Jesucristo, el Verbo eterno. La vida fluye como un milagro continuo, a tal punto que se la considera como algo común, y se la deja de admirar.   “En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres.” (Juan 1:4)


3- El Verbo es el que sustenta todas las cosas con su palabra poderosa
   El Hijo…. sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. (Hebreos 1:1-3)

     Hay muchos que creen que Dios creó todas las cosas y después se retiró de la escena. Pero este pasaje nos revela la verdad: cada día Dios sustenta la creación con su poder. Cada día alimenta a las millones de aves que hay en el mundo: “Mira las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta” (Mateo 6:26).  Se ha dicho que ni el hombre más rico del mundo podría alimentarlas a todas, todos los días. ¡Qué maravilloso es nuestro Dios!

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