lunes, 29 de octubre de 2012

Profecía siglo V - San Nilo



San Nilo, eremita del siglo V, amigo y discípulo de San Juan Crisóstomo, superior de un monasterio de Ancira, en Galacia, murió en el año 430. Su profecía fue incluida en la importante obra de Hagiografía, “Biblioteca Sanctórum”, Vol. IX, p. 1008. Escrita hace más de 1560 años, presenta un verdadero retrato de nuestra era, en el cual se destaca: la degradación de la moda, la indisciplina familiar, la secularización y falta de la vida consagrada, la vida materialista de lujuria y placer, la homosexualidad, el hambre y la sed de sensaciones y la euforia de la tecnología, el engaño del confort, pero dejando tras sí un triste rastro de desilusión.
    Todo esto es retratado en esta impresionante profecía:
   “Después del año 1900, a mediados del siglo veinte, las personas se tornarán irreconocibles… Cuando se aproxime el tiempo de la venida del Anticristo, la inteligencia de los hombres será oscurecida por las pasiones carnales: la degradación y la ausencia de normas se acentuarán. Y el mundo quedará irreconocible. Las personas cambiarán su apariencia, haciendo imposible distinguir los hombres de las mujeres, a causa del descaro en su modo de vestir y la moda de los cabellos. Estas personas serán inhumanas, como auténticos animales salvajes, debido a las tentaciones del Anticristo.
  “No respetarán más a los padres y a las personas ancianas. El amor desaparecerá. Y los pastores cristianos, obispos y padres, serán hombres frívolos, completamente incapaces de distinguir entre la derecha y la izquierda. En ese tiempo, las leyes morales y las tradiciones de los cristianos y de la Iglesia cambiarán. Las personas ya no practicarán la modestia y reinará la disipación. La mentira y la codicia alcanzarán grandes proporciones. ¡Infelices de aquellos que amontonen riquezas! La lujuria, el adulterio, la homosexualidad, los hechos ocultos y el asesinato serán reglas de la sociedad. En ese tiempo, debido al poder de tan grandes crímenes y de tal libertinaje, las personas serán privadas de la gracia del Espíritu Santo recibida en el bautismo, y ni siquiera sentirán remordimiento. Las iglesias serán privadas de pastores piadosos y temerosos de Dios. ¡Infelices los cristianos que estén en la Tierra en esos días! Perderán la fe, porque no habrá más quien les muestre la luz de la verdad.  Buscarán apartarse del mundo, refugiándose en lugares santos, en la intención de aliviar sus sufrimientos espirituales, mas sólo encontrando obstáculos y contrariedad por todas partes.
   “Todo esto se deberá al hecho de que el Anticristo querrá ser señor de todas las cosas y el maestro del universo. Realizará señales y milagros inexplicables. Dará también al hombre una sabiduría capaz de descubrir un modo por el cual una persona pueda tener una conversación con otra, de un extremo al otro de la Tierra (Nótese que el teléfono, la radio y la televisión surgieron 1500 años después de este texto). En ese tiempo los hombres volarán por los aires como aves y descenderán al fondo del océano como peces… (En el siglo V ni se imaginaban el avión o el submarino)
    “Y cuando se encuentren en tales circunstancias, esos infelices verán sus vidas rodeadas de confort, ignorando que todo es solo un embuste de Satanás. Este llenará la ciencia de vanidad, a tal punto que los apartará del camino recto, llevando a las personas a perder la fe en la existencia de Dios… Y Dios, infinitamente bueno, viendo la decadencia de la raza humana, acortará los días por amor al pequeño número de los que deberán ser salvos, porque el enemigo desearía arrastrar aun a los elegidos a la tentación, si eso fuese posible. Entonces la espada del castigo aparecerá de repente y derribará al corruptor y a sus servidores”.

miércoles, 24 de octubre de 2012


LAS FUERZAS QUE SE OPONEN 
                                                                                                                 Claudio  A. Lancioni 

Jud. 1:20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, 21  conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

Quisiéramos detenernos en el testimonio de un hombre que se sostuvo en santidad y oración, en medio de circunstancias críticas.
Daniel fue llevado a Babilonia siendo apenas un adolescente, todos sabemos la fragilidad que se experimenta
en esta etapa de la vida cuando estamos llenos de inseguridades, ya se no es niño bajo los cuidados y
protección de los padres, ni tampoco adultos con la experiencia necesaria para enfrentar los retos de la vida.
Dan 1:3  Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los
príncipes, 4  muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría,
sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las
letras y la lengua de los caldeos.

Al señalar que habían de enseñarle las letras y las lenguas, entendemos que debían ser ahora formados en la
cultura de los caldeos, sus costumbres y valores, su expresión religiosa, su comprensión de la vida.
En el versículo 7 vemos que sus nombres fueron cambiados, a cada uno de ellos se les nombro, con el
nombre de una deidad babilónica.
A Daniel se le puso el nombre de Beltasar , significa Bel protege tu vida.
Además todos sabemos que parte de la cultura de una nación es su forma de comer, a todos ellos se les
señalo porción de la mesa de rey, y del vino que el rey bebía, seguramente esta comida habrá sido deliciosa,
pero seguramente también había animales que estaban prohibidos para los judíos, como el cerdo, el conejo,
etc. además que todo lo que se servia era previamente ofrecido a los dioses babilónicos.
Dan 1:8  Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino
que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
En el capitulo 2 enfrenta su primer conflicto serio, Nabucodonozor tiene un sueño y luego lo olvida, y llamo
a magos, astrólogos, encantadores y caldeos,  bueno cuando ellos vinieron preguntaron cual había sido  el
sueño y lo olvidó, y si no me dicen lo que soñé los haré matar.

En el capitulo: 3 habla de la estatua de oro y el horno de fuego,
  4 el segundo sueño
  5 la fiesta de Belsasar y la escritura en la pared
  6 el poso de los leones
  7 y 8 son dedicados a la revelación recibida
  9 aparece la oración de Daniel por su pueblo
10 el ayuno de 21  días y la visión del varón extraordinario (un hombre orando con la actitud
correcta hizo temblar a las potestades espirituales)

Me maravilla como Daniel supo mantener viva su espiritualidad, estando en una posición tan privilegiada
cuan fácilmente se podría haber aburguesado, distraído en medio de  los placeres que el poder ofrece,
(mujeres, el orgullo del poder, los mejores majares y espectáculos).
Pero este hombre insistía en renovar su vocación de agradar a Dios, de retirarse para buscar su rostro con
oración y ayuno.

El espiral y los tres círculos 
Víctor nos ha enseñado que la iglesia suele ser como una espiral, el centro del espiral es la realidad de
consagración total en respuesta  al altísimo llamado de Dios en Cristo Jesús.

Dentro de este espiral vamos a definir 3 círculos:

 El circulo interior mas pequeño, el centro del espiral: Cuando respondemos con inteligencia e integridad al llamado de esús de ser sus discípulos.

Luc 14:25  Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26  Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi.
 27  Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
 28  Porque ¿quién de vosotros,
queriendo edificar una torre, no se sienta primero  y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para
acabarla? 29  No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean
comiencen a hacer burla de él, 30  diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31  ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32  Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33  Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Luc 9:23  Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

Mar 8:35  Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

Estamos en este circulo cuando mantenemos viva nuestra comunión con Dios, cuando militamos, ayunamos,
oramos, ponemos nuestro tiempo y bienes al servicio de los intereses de nuestro Padre, cuando padecemos
con Pablo dolores de parto, cuando sufrimos en nuestra carne los padecimientos de Cristo por su cuerpo que es la iglesia, cuando amamos a los hermanos ,cuando actuamos en obediencia e integridad en toda
circunstancia. Un discípulo es aquel que cree todo lo que Cristo dice y hace todo lo que Cristo manda.

El Segundo circulo, el medio: estamos allí cuando consiente o inconscientemente,  entramos en un
funcionamiento mecánico, un cumplimiento de los protocolos cristianos, pero sin pasión, sin amor. Esto es lo
que le paso a la iglesia de Efeso en Ap. 2, todo lo hacia bien, cumplía con su deber, pero su pasión se había
apagado.
• A veces por la distracción, las dificultades de la vida, la corriente de este siglo, la militancia
de las tinieblas o nuestro voluntario descuido, somos empujados a esta realidad, que no
deseamos.
•Eso nos dice el escritor de Heb. Cuando nos insta a atender diligentemente  lo que hemos
oído no sea cosa que nos deslicemos Heb. 2:1.
Este desliz puede ser suave e imperceptible, lo notamos cuando ya estamos donde debemos estar.
•La mirada queda centrada en otros focos, el corazón cautivo de otros anhelos, algo adentro se
apagó y se prendieron otras luces.
•Contrastamos esta realidad interior con la que vemos en el corazón del apóstol Pablo:
Fil 3:8  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento
de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a
Cristo.
•Aquí esta revelado cual  debe ser el sentir del corazón de un discípulo
•Las cosas preciosas que Dios nos ha dado deben ser cuidadas con temor y temblor Fil 2:12.


El último circulo, la parte de mas afuera: el lugar menos deseado, muy cerca del limite, una  vida de
intermitencias, hoy estoy mañana no.

1. Fil. 3:17  Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que
tenéis en nosotros. 18  Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo
digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19  el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el
vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.

Hermanos que han perdido el foco y solo piensan en lo terrenal. Col 3:1  Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios.
2. Heb 5:11  Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis
hecho tardos para oír. 12  Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de
que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a
ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13  Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;14  pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, …
•En este pasaje no nos esta hablando de personas nuevas, el escritor bíblico utiliza la expresión:
después de tanto tiempo.
•Tengo mucho que decirles pero me resulta difícil explicarlo, la razón es que el oído se ha
endurecido. Como resultado hay una atrofia en el sistema digestivo, en su capacidad de compresión
y tengo que volver a darles leche y todo aquel que participa de la leche inexperto en la palabra de
justicia, es niño.
•Es normal que un niño tome leche, pero no lo es cuando una persona mayor solo tolera la leche,
aquí esta hablando de una situación de debilitamiento como resultado un envejecimiento interior.
3. Ap. 3: 1 Sardis : Tienes nombre que vives pero estas muerto.
•Hubo vida pero ahora no la hay, aunque  la ruina no es todavía total y hay un llamado al
arrepentimiento.
Ap. 3:2  Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus
obras perfectas delante de Dios.

Las dos fuerzas que se oponen. 
Se me ocurre que dentro de este espiral existe una fuerza centrifuga, (def. huye del centro) que nos empuja
hacia afuera, las fuerzas que operan para empujarnos  hacia afuera las citamos recién:


  • la corriente de este siglo con sus modas y valores.
  • Las circunstancias de la vida las muy malas, pero también las muy buenas.
  • Una fuerza intangible espiritualmente maligna, que constantemente busca ocasión contra nosotros (no debemos ignorar sus maquinaciones). 
  • Considero también que la falta de buen ejemplo puede tener generar esta fuerza negativa, cuidado como vivimos como padre, lideres, discipuladores y obreros, sin darnos cuenta podemos estar invitando a otros a conformarse con menos de lo que Dios quiere. 


¿Cual es el  lugar del circulo donde menos se siente la fuerza centrifuga? 
La respuesta es el centro, cuando mas cerca estamos del eje central menos sentimos el empuje hacia afuera,
se me ocurre que en el eje la acción de esta fuerza es nula, pero en el borde la presión hacia afuera es terrible.
Pero también en este espiral existe otra fuerza: La centrípeta, la que empuja hacia adentro, eso pasa en un
remolino en el río, nos succiona, nos empuja hacia el centro, no nos deja salir. 
Otro ejemplo es la tierra atraída hacia el sol, este ejerce una fuerza centrípeta sobre nuestro planeta.
A diferencia de la fuerza centrifuga, la fuerza centrípeta procura mantenernos en el centro, en el caso de la
fuerza centrifuga el centro es el lugar donde menos se siente el tirón hacia afuera, pero con la fuerza
centripeta el centro es lugar donde esta fuerza mas se siente.
Cuales son los elementos provistos por Dios para permanecer en el ideal que el mismo nos ha señalado.
1. La acción del Espíritu Santo.
Jas 4:1   ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre  vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2  Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis
alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque
pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4  ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo
es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de
Dios. 5  ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos
anhela ?
La acción constante del Espíritu Santo en nuestro corazones, el fue enviado para llevarnos a toda verdad. El
es el encargado de aplicar la verdad de Dios a cada circunstancia.
2. Una voluntad que renueva su compromiso de obediencia.

Luk 9:23  Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada
día, y sígame.


  • El ejercicio de nuestra espiritualidad. 

A. Ericcson:
Quiero afirmar, al comenzar, lo que reiteraré: que el tiempo devocional es tiempo formativo, y
que requiere tiempo y quietud. Señalaré tres aspectos de la vida devocional, destacando más el primero de
ellos, que considero base de los otros dos.
Daré primero una semblanza general de lo que es el tiempo devocional para mí:
Es tiempo de abrir totalmente nuestro ser (como la  flor a la lluvia y al sol) para que Dios lo mire, lo
purifique, lo vivifique y le imparta crecimiento espiritual y mayor semejanza a Jesucristo.
a. Es tiempo de sinceramiento, de la verdad, de despojarse de lo que nos agranda ante los demás para
ser nada más que lo que de verdad somos.
b. Es tiempo de reconocer la misericordia, lo gracia, 1a paciencia y el indescriptible amor de Dios para
conmigo.
c. Es tiempo de recibir revelación transformadora del ser interior, en el silencio de la presencia divina.
d. Es tiempo de conocer a Dios en su morada y quedar humillado, rendido (entregado totalmente),
asombrado, adorando sin palabras.
e. Es tiempo de recibir -algunas veces- entendimiento, luz sobre las Escrituras, sin haber estado
pensando en ellas en ese momento.
f. Es tiempo de apropiarse para uno mismo de lo que a Dios le place dar; no para enseñarlo, sino para
vivirlo, para serlo uno mismo.
g. Es tiempo de lucha en el pensamiento; también de lucha física, de morir poco a poco a sí mismo:
lucha dura, pero llena de felicidad.
h. Es tiempo de refinamiento del espíritu, que afectará profundamente el carácter y el comportamiento
de uno.
i. Es tiempo de adquirir poder (ver Lucas 5:17; 6: 19; 8:46), y de recibir energía, de acumular vigor del
Espíritu Santo.
j. Es tiempo de palpar lo celestial, de compañerismo con nuestro Padre.
k. Es tiempo indispensable e irreemplazable en la vida de todo siervo de Dios.
Hagamos de este año, un año fuerte de ejercicio en  la oración y el ayuno.


  • El cuerpo de Cristo. 

Dan 2:17  Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías,
sus compañeros.
La multiplicidad de relaciones, coyunturas y ligamentos.
Ef 4:15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, 16  de quien todo el cuerpo, bien  concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

  • Los hermanos celadores. 

2 Cor. 11:1  ¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme. 2  Porque os celo con celo de 
Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo.

Gracias a Dios por todos aquellos que no se conforman con menos que lo que Dios quiere, que no pactan con la mediocridad y la tibieza, aquellos que con su testimonio y acción nos desafían e incomodan a salir de los grises y vivir en el ideal de Dios. Estos muchas veces resistidos y malinterpretados, son el fermento que leuda toda la masa.

  • La seguridad de la iglesia 

 Sal.20:1-2 Jehová te oiga en el día de conflicto;  El nombre del Dios de Jacob te defienda.
 Te envíe ayuda desde el santuario,  Y desde Sión te sostenga.

Vivir inserto en el cuerpo de Cristo, articulando relaciones de fuerte compromiso con todos aquellos que quieren vivir en santidad, nos librará de las vías de fuga que nos hacen peligrar.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Nuestra Visión y Misión.




La necesidad de funcionar inteligentes y unánimes.

Ef. 5:17  Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

1Co 1:10  Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

Hch. 2:46  Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,

Hch. 5:12  Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.

ü    Si nos hacemos las preguntas: ¿Todos podemos explicar nuestra visión y misión? ¿Podemos hacerlo en una forma clara y sencilla?

ü    Encontramos que en medio de las diversas expresiones de fe,  de variadas propuestas y posibilidades que hoy se nos ofrecen, fácilmente podemos confundirnos en cuanto a lo que Dios nos ha llamado a realizar.

ü    Por lo tanto, clarificarnos en cuanto a qué debemos edificar y cómo tenemos que hacerlo tiene una importancia fundamental.

ü    Frente a lo que hemos comprendido sobre el propósito eterno de Dios, encontramos que muchos sólo tienen memorizado el enunciado (“Tener una familia…”), siendo en el mejor de los casos un concepto que entienden a medias. El resultado es que cuando queremos definir cómo alcanzar este propósito, termina siendo una cuestión arbitraria, según el parecer de cada quien.

ü    Debemos clarificar la visión y desarrollar un enunciado de misión, que contenga todos los ingredientes que tienen un carácter indispensable en la edificación de la casa de Dios, además de comprender como estos ingredientes interactúan entre si (Ej. La torta de chocolate).

ü    Esta claridad nos librara de invertir erróneamente nuestro tiempo, canalizará de forma efectiva las fuerzas que se invierten en la obra, además de poseer un poder inspirador y motorizador.

Una vez clarificados, amalgamados en nuestro pensamiento y acción, podremos
comprobar una vez más, que cuando nos ponemos de acuerdo las posibilidades y
recursos que se generan son enormes.

Rom_15:5  Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis unánimes según Cristo Jesús

Fil. 1:27  Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que, sea que vaya a veros o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio.

 

sábado, 13 de octubre de 2012

La hora que viene 1ra. y 2da. parte


La hora que viene.

Recomendamos este mensaje de Marcos Moraes compartido en San Martin el viernes 12 de octubre de 2012, nos dejo muy consternados, bajo la sensación de estar oyendo una advertencia muy importante de parte de Dios

Esta orientado fundamentalmente a los que somos padres.

http://haciendodiscipulos.com.ar/Audio/RetiroRondeauSet2012/latorredebabelylacomunicacion.mp3

2da. parte
 http://haciendodiscipulos.com.ar/Audio/RetiroRondeauSet2012/laensenanzaencasa.mp3


domingo, 7 de octubre de 2012

El caracter indispensable de la revelación.



El carácter indispensable de la revelación.
C.Lancioni
La semana pasada cuando estábamos predicando en el parque paramos a una pareja joven, cuando le preguntamos si había Dios en su vida nos dijeron que si, oraban cada noche, leían las sagradas escrituras y amaban a Dios la charla comenzó a ponerse interesantes hasta que nos dijeron que eran testigos de Jehová, entonces ellos comenzaron a preguntarnos a nosotros: ¿Cuál es el nombre de Dios?, ¿habrá un juicio venidero? ¿Jesús murió por nuestros pecados?, Todo iba bien hasta que fuimos llegando a la naturaleza de la persona de Hijo. El es el hijo primogénito, no exactamente es el Hijo unigénito, si el Padre es eterno es porque tiene un Hijo eterno, a lo que la mujer contesto: ¿entonces ustedes creen en la trinidad? Por supuesto.

Les hablamos de la realidad del nuevo nacimiento y procuramos terminar la charla en forma cordial.

Toda la semana había estado leyendo y pensando en las expresiones con que se refieren mutuamente el Padre y el Hijo.

Jorge nos enseño hace unos años atrás, que a diferencia de los otros evangelios, que son relatos dinámicos de las acciones de Jesús, como si le miráramos en una película, el evangelio de Juan es una ecografía o tomografía que nos muestra la interioridad de Jesús, su corazón, donde el revela entre otras cosas su amor por el Padre, y la mirada de complacencia del Padre hacia El.
Veamos que se nos revela
La afirmaciones del Hijo hacia el Padre.
Jn 4:34 Jesús les dijo: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió, y acabar su obra.

Jesus no se proyecta en si mismo, no queria desarrollar su ministerio y alcanzar trascendencia pública. Su unico deseo era agradar al corazón del Padre.

Jn 6:15 Como Jesús entendió que iban a venir para arrebatarlo a la fuerza y proclamarlo rey, volvió a retirarse al monte él solo.

Jn 10:30 "Yo y el Padre somos uno".
Jn8:29 "Porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él agrada".

Jn 5:30 "De mí mismo nada puedo hacer. Como oigo, así juzgo. Y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

Jn 6:38 "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Sal 40:6-8 A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero me has hecho bediente;[a] tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: «Aquí me tienes como el libro dice de mí Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.

 
Las afirmaciones del Padre hacia el Hijo:


Jn 5:20
"Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace. Y mayores obras que éstas le mostrará, para que vosotros os admiréis.
Mat 3:17
Y he aquí una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.
Mat 17:5
Y estando aún él hablando, he aquí una nube de luz que los cubrió; y he aquí una voz de la nube, que dijo: Este es mi Hijo amado, en el cual tomo contentamiento: A él oíd.
Isa 42:1
HE aquí mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido en quien mi alma toma contentamiento: he puesto sobre él mi espíritu, dará juicio á las gentes.

Jn 10:17 "Por eso me ama el Padre, porque yo doy mi vida, para volverla a tomar.
Adivinen de donde proceden estas expresiones:
Cantares 7:10 Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.
Cantares 6:3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío:


Aquí, es el amor el que se expresa, como sucede con los hombres al estar enamorados, se publica lo que se siente.Al mirar a lo largo de los evangelios especialmente el de Juan, encontramos expresiones de esta amistad eterna entre el Padre y el Hijo, amor, admiración, alegría, compañerismo, y el deseo de darse a conocer a los hombres, criaturas que deberían ser portadores de su imagen.
  • El hijo revela al Padre
Mat 11:27 "Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Y nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.


  • El Padre revela al Hijo
Mat 16:17 Entonces, Jesús le dijo: "¡Dichoso eres, Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos!
Si Dios no se revela, entonces quedamos en tinieblas, no tenemos forma de acceder al conocimiento de Dios, no por la vía racional. La semana pasada fuimos a visitar con un hermano a un exseminarista católico estudiante de filosofía, comenzó la charla hablando de Platón, Aristóteles y algunos nombres de filósofos que no recuerdo, luego San Agustín y Santo Tomas de Aquino el filosofo oficial del Catolicismo.

En algún momento me pregunte que hacemos con Cristo Jesús, y aunque podemos analizar sus palabras, no vamos a entrar en el conocimiento de su gloria sino por la revelación gloriosa del Espíritu Santo.



1Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque le son necedad; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Estamos en Cristo Jesús no porque hayamos sido impresionados por un personaje histórico que dejo un legado de sabiduría, sino por la revelación gloriosa del Espíritu Santo dando testimonio a nuestro espíritu, revelándonos la gloria del Hijo de Dios.

1 Pe. 1:8 A quien, sin haberlo visto, lo amáis; y sin verlo por ahora, creéis en él, y os alegráis con gozo inefable y glorioso.
Quisiera que veamos a algunas personas que se encontraron frente a la revelación del verbo eterno.

Natanael, el hombre suspicaz.
Jn 1:45-51 Felipe halla a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los Profetas, a Jesús de Nazaret, hijo de José. 46 Y le dijo Natanael: ¿De Nazaret acaso puede salir cosa buena? Le dice Felipe: Ven, y verás. 47 Jesús vió a Natanael que venía hacia él, y dijo de él: He aquí verdaderamente un israelita, en quien no hay engaño. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús respondió y dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te ví. 49 Natanael le respondió: ¡Rabbí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel! 50 Jesús respondió y le dijo: ¿Por cuanto te dije: Te ví debajo de la higuera, crees tú? cosas mayores que éstas verás. 51 Y le dice: En verdad, en verdad os digo, que en adelante veréis abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre.

  • Era costumbre muy judía el descansar bajo las parras o las higueras, hasta ser proverbio de su felicidad el poder descansar bajo ellas (1Re_4:5). También se sabe que los rabinos gustaban sentarse bajo un árbol para enseñar o meditar la Ley.
  • Algo ocurrió debajo de aquella higuera que solo Natanael sabia, algo fue tocado en el corazón de Natanael, no estaba delante de un hombre cualquiera, se sintió indagado en su intimidad y se rindió ante la evidencia.

Pedro, el hombre de oficio.
Luk 5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar". 5 Respondió Simón: "Maestro, hemos trabajado toda la noche, y nada hemos pescado. Pero por tu palabra echaré la red". 6 Y al hacerlo así, apresaron tal cantidad de peces que la red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles. Vinieron y llenaron las dos barcas, de tal manera que casi se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús, y le dijo: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador".
  • Podemos imaginar esta escena de muchas maneras pero me inclino a pensar que en la expresión de Pedro hay un tinte canchero y sobrador (soy un hombre de oficio me haces perder el tiempo, ya vas a ver que ocurre)
  • La situación le hace comprender delante de quien está, lo pone en su lugar, le hace ver quien es: apártate de mi que soy un hombre pecador.



Tomas, el escéptico.
Jn. 20:25 Cuando los otros discípulos le contaron: "Hemos visto al Señor", él contestó: "Si no veo la señal de los clavos en sus manos, y pongo mi dedo allí, y mi mano en su costado, no creeré". 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, vino Jesús, se puso en medio, y dijo: "¡Paz a vosotros! 27 Luego dijo a Tomás: "Pon tu dedo aquí, y mira mis manos. Acerca tu mano, y ponla en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente".
28 Entonces Tomás exclamó: "¡Señor mío, y Dios mío!"

  • Tres años conviviendo con lo sobrenatural no lograron doblegar la actitud racionalista de Tomas, en la misma forma que Israel no fue convencida solo con los milagros, tampoco el corazón humano no lo es sin revelación.

  • Sin revelación no hay movimiento interior en el corazón humano, no hay quebrantamiento, el alma es un cementerio, no hay ruido ni dolor de movimiento, solo argumentaciones y contra argumentaciones, quizá se cambian los muebles de lugar pero los muebles siempre son los mismos.


La consagración verdadera es el resultado de la revelación, SEÑOR MIO Y DIOS MIO, a la luz de la revelación se toman las grandes decisiones, se siente con profundidad, se establece el rumbo, se cortan relaciones erróneas, se abre la mano con generosidad.





De la misma forma que en la vida de Tomas el mas excelente discipulador no pudo cambiar el corazón calculador de Tomas, tampoco nuestro discipulado puede producir transformación.


La falta de revelación nos hace caer en el aburrimiento espiritual, el corazón ya no palpita con el amor de Dios, luego se busca la diversión en otro lado y el mundo de eso siempre tiene mucho y variado para ofrecer.

Solo la revelación mantiene la fe viva.

Es lo que ha pasado con los avivamientos históricos, se transformaron paulatinamente en museos de una realidad viva que ya no existe.

 

¿Como volvernos receptores de la revelación?

Dios quiere revelarse, pero a quienes, algo que nos resulta muy precioso no se lo mostramos a los vecinos sino a la familia y amigos íntimos.



Se les concede a los niños.



Mateo 11:25-27
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

26 Sí, Padre, porque así te agradó.27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.


Le ha placido a Dios esconder sus cosas, ponerlas fuera del alcance de los sabios y entendidos, y revelarlas a los niños.

El hombre viejo y la fagocitosis
 Así funciona el sistema inmunológico humano, los fagocitos se tragan a cualquier agente extraño que represente peligro, incorporan esa información para que el organismo genere los anticuerpos necesarios para eliminar el riesgo.

Mucha información acumulada  a través de los años le generan al viejo hombre barreras interiores para creer.

En el cristiano puede resultar como una enfermedad autoinmune, lo bueno es interpretado como malo, el Reino de Dios, el discipulado, la disciplina, la confesión de pecado, y otras practicas incomodas para la carne son rechazadas.

El fin de semana pasado alguna de las adolescentes charlaron con una mujeres grandes, la respuesta fue: a ver nena que me queres decir.

No se pueden jactar de poseer mucho conocimiento.
No poseen capacidad de argumentación.
En general son flexibles y enseñables.
Su frescura les hace fácil creer.



Lucas 24:13-32

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?



Los ojos de ellos estaban velados ¿Porque? Jesús les reprocha su lentitud para creer.





Las gloriosas verdades del evangelio deben ser recibidas con un corazón de niño.
Mateo 18:3
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.




Se le concede a los de



8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8

Dios tiene interés en que haya pureza en lo íntimo de nuestro pensamiento.

No es suficiente con no pecar, podemos guardar nuestros actos externos pero sufrir una contaminación en nuestro ser interior.



Es difícil abarcar todo aquello que nos representa un peligro de contaminación, podríamos mencionar tres grandes rubros: el deseo de la carne, el deseo de os ojos, la vanagloria de la vida. 1Jn. 2:16

El sexo y la lascivia.
El materialismo y consumismo.
El orgullo, la ostentación y la búsqueda de poder.


Como podemos convivir con Dios si estamos interiormente contaminados, la contaminación del ser interior actúa como un no conductor espiritual que interrumpe la corriente del Espíritu Santo en nuestros corazones.

Es un desafió que Dios nos hace de vivir con un corazón limpio, que podemos lograr tomando la cruz, negándonos a nosotros mismos, viviendo en un estado de arrepentimiento y confesión.
Se le concede al que permanece en obediencia.
Juan 8:31-32



Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.



Aquí hay una clave fundamental, no llegamos a la verdad por la comprensión sino por la obediencia, en el proceso de la revelación es necesario un total involucramiento, es necesario vivir la palabra, adoptar una actitud de alumno, luego la revelación de la verdad resulta en una experiencia liberadora.

Joh 14:23
Respondió Jesús: "El que me ama, guardará mi Palabra. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y habitaremos en él. 24 "El que no me ama, no guarda mis Palabras. La Palabra que estáis oyendo, no es mía, sino del Padre que me envió.

jueves, 4 de octubre de 2012

El obrero en su función 4 de 4 - I. Baker

SU ESTRATEGIA   Iván Baker

INTRODUCCIÓN:

Hemos visto hasta aquí en el ejemplo de Jesús, Su Fuente de poder, Su Carácter y Su
Disposición.  Finalmente  nos  corresponde captar  Su  Estrategia,  la que hemos  dividido  en  seis
puntos. El primero de ellos se refiere a su sentido de orientación en cuanto a su acercamiento al
hombre:
NUNCA PROCURÓ MOVER A LOS HOMBRES PARA QUE VENGAN A ÉL.

Jesús nunca procuró mover a los hombres perdidos para que asistan a reuniones en tal o cual
lugar y a tal o cual hora. Él iba a ellos. Y no solo esto, sino que aceptaba las circunstancias en que
ellos se encontraban y se adecuaba a esas circunstancias haciendo ahí mismo su obra.
Este es el primer punto en la estrategia de Jesús que nosotros tenemos que imitar. Somos
nosotros los que tenemos que ir a ellos y no ellos que tienen que venir a nosotros. Somos nosotros,
los que debemos adecuarnos a las circunstancias de ellos y no ellos a las nuestras. Podrá moverse a
la gente para congregarlos  en encuentros  y reuniones organizadas,  pero  esta pretensión  nunca
deberá sustituir el mandamiento de ir a ellos.

De la completa  obediencia  a esta premisa  establecida en el mandato  de nuestro Señor
depende  la gran obra evangelizadora. La evangelización no alcanzará su verdadera dimensión e
impacto hasta que la Iglesia toda se movilice en esta dimensión. Esto hace que el evangelio se viva
y se comunique en todo tiempo, en todo lugar y a toda criatura. Esta es la auténtica y permanente
“campaña evangelística” de la Iglesia.

Cada miembro de la iglesia debe cumplir esta consigna dentro de sus tareas y obligaciones
diarias. Pero los pastores, que tienen todo su tiempo dedicado al ministerio de la palabra y la
oración, deben establecerse en el mismo lugar de Jesús, allí al abierto, con el pueblo, accesible y
notorios a todos.
Los primeros apóstoles entendieron esto y evitaron todo lo que les podría obstaculizar para
imitar a Jesús. Hechos 6.4. Leer los Hechos de los Apóstoles, es suficiente para convencernos de la
notoria vida pública de los apóstoles. Ellos imitaron  bien a Jesús y eligieron  el preciso lugar
estratégico para la predicación.
¿Por qué es que  la consigna impone nuestro encuentro con el pecador? Dios describe al
pecador como un ser imposibilitado para venir a nosotros por su situación de:

- Ciego: “… el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les
resplandezca la luz del evangelio…”  2 Corintios 4.4
- Encarcelado: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para… pregonar
libertad a los cautivos… “ Lucas 4.18
- Muerto: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos…” Efesios 2.1

Muchos de nosotros hemos sido ignorantes en cuanto a la condición espiritual del hombre
sin Cristo y aunque está ciego, hemos pretendido que lea; aunque está encarcelado y engrillado por
Satanás, hemos insistido que responda a nuestras invitaciones y aunque está muerto hemos insistido
que venga a nosotros para ser resucitado.  Con razón  nos sentimos  frustrados frente al magro
resultado de nuestros grandes esfuerzos. Ahora oímos más claramente la voz del Señor diciéndonos:
16“ID”. Su mandato es “id”, no que vengan. La condición fundamental es que el que tiene los ojos
abiertos, vaya a abrir los ojos de los ciegos; que el que está libre, vaya y abra las puertas al cautivo
y el que vive, vaya al muerto y lo resucite. Pero esta obra no es fácil, presupone  importunarles,
molestarles y requiere de nosotros coraje, tenacidad, gracia y mucha paciencia. Esta obra nace del
amor por ellos y sólo es posible en el poder del Espíritu Santo.
Este ministerio tiene que ver con los pies, por eso el profeta exclama: “Cuán hermosos son
los pies de los que anuncias las paz, de los que anuncian buenas nuevas”. Romanos 10.15. Como
heraldo debemos estar siempre atentos a toda oportunidad que se nos presente y también saber crear
oportunidades por nuestro denuedo y amor por los que se pierden.
No es difícil entender también el valor y la necesidad de nuestra presencia en contacto
directo con el pecador.

Nuestra presencia:

A) Le cubre y liberta.
Al acercarnos a los hombres ellos estarán concientes que por medio nuestro se les acerca la
autoridad de Cristo. El Espíritu Santo estará presente para ayudarles a vencer el espíritu engañoso
que  les  ha  oscurecido  la  vista  espiritual.  La  mente  del  incrédulo  queda  iluminada  para  que
comprenda y vea la verdad. Dios descubre al hombre y le libera de sus ataduras satánicas, y así
puede beber de la fuente de vida que es Cristo.

B) Nos permite obrar con entendimiento espiritual.
Palpamos las vidas, discerniendo la necesidad particular de cada uno, oyendo sus preguntas
y sus respuestas; viendo la manera en que el Espíritu obra. Esto hace que podamos continuar
edificando las vidas con sabiduría.

C) Nuestra presencia le provee todos los recursos de la Iglesia.
Una parte fundamental en la conversión del pecador es su comunión inmediata con el cuerpo
vivo de Cristo. En este contacto directo se da esta condición de compañerismo y amor, que es
indispensable. A través nuestro tiene acceso a la iglesia misma con todos los recursos.
DEDICO  SU  MINISTERIO  PRINCIPALMENTE  A  LA  FORMACIÓN 
DE  DOCE HOMBRES.


Este es otro punto importante  en la estrategia de Jesús. Es notable descubrir que Jesús, a
pesar de su vasto programa de predicación, concentro sus mayores esfuerzos y dedicación sólo a las
formación de doce hombres.

Aquí descubrimos un principio de:

A) Selección.
De  los  que  creyeron  eligió  a  los  que  estarían  con  él.  Jesús  no  imprimía  un  sentido
democrático a su ministerio. Para él los hombres no eran todos iguales. A algunos ni les contestaba
las preguntas, a otros les consolaba y sanaba, mientras que a otros les revelaba los misterios del
Reino de los cielos. Mateo 13.16. El obraba de acuerdo con lo que veía en los corazones, pero él
nada hacía sin el Padre. Pasó la noche orando antes de elegir a los discípulos. Para él, los que eligió
eran un don que el Padre le había dado. Juan 17.9. También se sintió responsable por ellos delante
de su Padre a quien dio cuenta de lo que había hecho con ellos. Juan 17.12
17Al imitar a Jesús en esto no es cuestión de formarnos un esquema de que “uno tiene que
tener doce”.  Pero sí, debemos aprender a aplicar este principio de su estrategia para alcanzar
eficacia en nuestro ministerio y no diluir nuestro esfuerzo,
El Espíritu Santo nos guiará a tomar a algunos que son más estables y comprometidos a
quienes nos dedicaremos más particularmente. Es importante que sea un número no más grande de
lo que podemos atender en el tiempo que disponemos. Con estos nos dedicaremos dando todo de
nuestra  parte.  Cuando  observamos  que  hemos  cumplido  nuestro  objetivo  con  ellos  podremos
responsabilizarles para que sigan adelante con menos dependencia de nosotros y estaremos más
libres para tomar a otros.

B) Dedicación.
A los que eligió Jesús se dedicó particularmente atrayéndoles, amándoles y haciéndose
accesible a ellos en todo. Su intención era darse a ellos para que pudiesen recibir de él, hasta
hacerse semejantes a él.
Estos serían los hombres que más conocerían su relación con el Padre, su sencillez, su visión
y pasión por salvar a los hombres, su compasión y la ofrenda de sí mismo.
Como  Jesús,  también  nosotros  debemos  dedicarnos  a  esos  discípulos  que  hemos
seleccionado. Nuestra entrega a ellos debe expresarse en:
a) Darles nuestro tiempo: Lo que sea necesario para la obra que pretendemos hacer. Al dar
nuestro tiempo estaremos dando esa misma proporción de nuestra vida.
b)  Brindarles convivencia: Dentro de nuestras posibilidades debemos acercarnos lo más
posible a esto.
c) Hacerles partícipes de nuestros trabajos en la obra: Al principio ellos no actuarán, pero
oirán y mirarán. Ellos necesitan nuestro ejemplo. Después serán nuestros mejores colaboradores.

C) Formación.
Al convivir con Jesús y al acompañarle y participar de su ministerio, los discípulos hallaron
el “aula de la escuela” de su Maestro. Esta escuela fue sublime en su sencillez e inigualable en su
idoneidad  para  la  enseñanza  y  edificación  de  sus  vidas.  Sus  lecciones  estaban  cargadas  de
significado ya que no consistían en clases teóricas.
Jesús  había  escogido  el  “método  didáctico”  por  excelencia.  Las  lecciones  llegaban  al
corazón,  saturaban  la mente,  dejaban  huellas  imborrables,  de significado  emocional,  mental  y
espiritual. No hacía falta mucha retentiva o inteligencia para asimilarlas; penetraban por los ojos,
los oídos, la conciencia y el corazón. Todo el ser palpitaba ante un Maestro que  vivía y actuaba la
voluntad del Padre delante de ellos. Se aprendía lo que no alcanzarían los libros a descubrir o las
palabras para explicar. Juan 21.25. Es que era la forma de vivir y conducirse de Jesús que se iba
plasmando en ellos. Aunque los discípulos era en su mayoría, hombres rudos, sin letras, entendieron
todo a fondo y pudieron imitarlo y vivirlo.
Así también lo encontrarán los discípulos que nosotros estamos formando si imitamos a
Jesús. El mismo Espíritu de Jesús estará con nosotros para que lo podamos realizar.
Punto clave:
Lo  fundamental  es  que  nos  vean  como  hombres  espirituales:  humildes,  dedicados,
obedientes a Dios, dependiendo del Espíritu Santo. Debemos ir delante de ellos en todo. Si somos
así podremos enseñarlo. De lo contrario no debemos, ni podremos. No podremos inducir a otro a
hacer lo que nosotros no hacemos.
NOTA: Contemos a nuestra familia entre nuestros predilectos discípulos.

ESTOS DOCE HOMBRES CONSTITUYERON SU EQUIPO DE TRABAJO.
Cuando pensamos en Jesús, no pensamos en un hombre solo sino que le vemos acompañado
de un grupo de doce hombres, sus discípulos más allegados. Nunca le vemos solo, a no ser en las
ocasiones cuando se retiraba a parte para orar. Cuando marchaba él, marchaban sus discípulos;
cuando se detenía, también se detenían ellos. Cuando iba a otra ciudad, ellos le acompañaban. Casi
es imposible pensar en Jesús sin pensar en sus discípulos; como tampoco es imposible pensar en sus
discípulos sin pensar en Jesús. Jesús y sus doce discípulos formaban una unidad, un equipo de
trabajo. Eran un conjunto de hombres, unidos a favor de una causa, que actuaban bajo liderazgo.
Esto define su equipo de trabajo.
Ahora debemos pensar qué significado tiene esto para nosotros ya que, evidentemente, ese
equipo no se formó por si solo. Los hombres, naturalmente no se unen, sino que se separan. O si se
unen, más fácilmente lo hacen para lo intrascendente o para lo malo. Pero la experiencia nos dice
que difícilmente se unen para el bien  y menos aún para Dios. Es que estamos tocando otro punto
importante en la estrategia de Jesús. El mismo, siguiendo un ordenamiento divino formó un grupo,
porque en la índole de la obra que iba a efectuar él necesitaba esa compañía y ellos le necesitaban a
él.

A. Jesús necesitaba a sus discípulos
Sorprendería quizá, tener que asegurar que Jesús solo, era débil. Hubo ocasiones cuando
Jesús tenía que enfrentar situaciones solo. Esas fueron las situaciones de mayor tentación, cuando
estuvo solo cuarenta días en el desierto, se nos dice que  “los ángeles le servían”  Marcos 1.13.
Cuando anticipa la agonía de la cruz en Getsemaní, procura llevar a tres discípulos con él. Luego le
manifiesta el dolor de su corazón al ver que no pudieron velar con él sino que se durmieron. Jesús
necesitaba esa compañía para su:

a) Consuelo:
Mientras Jesús predicaba a las multitudes, discutía con sus adversarios y enfrentaba a las
turbas muchas veces hostiles, los únicos que le comprendían y aprobaban eran sus discípulos. El
percibía profundamente en su espíritu esa aprobación que se traducía en un indescriptible bálsamo
de consuelo. Cuando era rechazado y humillado, ellos estaban dispuestos a compartir humillación.
Esto se traducía en profundo consuelo para él. Una cosa es sufrir oprobio solo y otra, muy distinta,
es sufrirla en compañía con quienes, nos entienden y comparten.
Cuando Dios dijo: “No conviene que el hombre esté solo”, involucró, no sólo el casamiento,
sino también todo el suceso del hombre en su vida terrenal.

b) Fortaleza:
Jesús solo, era débil, aunque era el Hijo de Dios. Su tarea no concordaba con el príncipe de
este mundo. Por el contrario, se oponía a él. Jesús era su adversario, lo cual hacía que tuviese que
19resistir  toda la  oposición  detractora  del  enemigo.  Satanás  procuraría  por  todos  los  medios  de impedir cada paso que daba y detener cada palabra que hablaba. Trataría por todos los medios de
atemorizarle. Y esto haría por la oposición de hombres burladores, de hombres malvados y la
acción directa de demonios que procurarían degradarle, engreírle o confundirle.
Ah,  pero  en  medio  de  esta  hora  tenía  a  sus  discípulos.  Ellos  eran  sus  amigos,  sus
compañeros. Eran los que le comprendían: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros
oídos,  porque  oyen”  Ellos  le  escuchaban,  le  admiraban,  le  amaban.  ¡Qué  inmensa  fortaleza
significaban estos hombres para su espíritu!

c) Inspiración:
En sus discípulos tenían con quienes descargarse, explicar, razonar. Seguramente al hablar
con ellos y revelar sus planes pasando revista a los acontecimientos, su espíritu ardía al contemplar
sus rostros llenos de aprobación, admiración y expectativa. Su alma se descargaba con ellos y esto
hacía que su espíritu se fortaleciese para la obra y sus pensamientos quedaran esclarecidos. Ellos
eran para él una fuente continua de inspiración.
Pero los discípulos también necesitaban a Jesús. Además del formidable aprendizaje que
recibieron al lado de su Maestro, ellos recibieron de él:
Estímulo: parece poca cosa pero, ¡qué importante es el estímulo de un maestro! Jesús les
amó,  cubrió  sus  defectos,  les  ayudó  a  amarse  y  a  honrarse  entre  sí.  Pero  además,  les  fue
conduciendo y animando a hacer la obra. Su propósito no era mostrarse a sí mismo grande e
inalcanzable a los ojos de ellos, sino animarles a imitarle. Quizá la palabra de mayor estímulo que
les dio fue esta: “las obras que yo hago, haréis también; y aún mayores haréis…”
Jesús les estimuló el desarrollo de ellos en una forma tan natural: acompañándole,
obrando con él y obrando para él (cuando les envió en comisión)
De esta forma los discípulos hallaron en la compañía de Jesús el mayor estímulo para el
desarrollo de la habilidad y autoridad de obreros competentes.

¿Qué de nosotros?
Imitemos esta fundamental estrategia de Jesús. Preguntémonos: ¿Cuántas obras no hubiera
podido realizar Jesús si hubiera carecido de esos compañeros? Pienso que muchas. Pienso que todo
hubiera sido terriblemente difícil. Quizá imposible. Pienso que Jesús solo, dada la índole de la obra
que tenía que realizar, hubiera sido algo extraño, antinatural, incompleto sin sus discípulos.
En cuanto a nosotros, pienso que no hace falta repetir las lecciones que hemos anotado más
arriba. Como el Señor nos ha enviado a hacer la misma obra, en las mismas circunstancias, es
natural que nos sintamos acicateados a imitar a Jesús en todos los puntos que hemos anotado.
Es importante que notemos que la compañía de sus discípulos, no le impidió hacer la obra
que él tenía que realizar, sino por lo contrario, le ayudaron. Jesús redimió el tiempo haciendo dos
cosas a la vez: Realizó su obra y formó discípulos.
Además, preguntémonos: ¿Qué otro medio podía haber usado el Señor para realizar su obra,
si hemos comprendido cuán difícil le hubiera resultado sin la compañía de sus discípulos? Y en
cuanto a la formación de sus discípulos, ¿qué otro medio hubiera podido usar para hacerles hombres
hábiles y maduros  ya que hemos entendido que su presencia, proveyéndoles estímulo y ejemplo era
poco menos que indispensable?

El esquema de Dios para llevar a cabo su obra no presupone hombres solos sino hombres
funcionando en equipo. Pero no simplemente en compañía sino  concertados. Mateo 18.19. Los
Hechos y la Epístolas abundan en ejemplos de esto. Detrás de cada obra pujante y efectiva había un
equipo de hombres de Dios, concertados y obrando en unanimidad. Tenemos que comprender que
esa cosa muy natural que entre aquellas que hemos ganado para Cristo algunas formarán nuestro
equipo de trabajo. Pero tengamos en cuenta que esta clase de concertación es difícil.
No hay cosa contra la cual obre más el enemigo. Quizá tengamos que enfrentar problemas de
quienes, cuando, donde y como, pero podemos estar seguros que el Espíritu Santo estará con
nosotros ayudándonos porque esto es lo que el Señor más quiere.

martes, 2 de octubre de 2012

El obrero en su función 3 de 4 - I.Baker

4- SU DISPOSICIÓN
 Iván Baker

TENÍA PASIÓN POR SALVAR A LOS PECADORES
Jesús declaró  que el objetivo  principal  de su presencia  entre los  hombres  consistía  en
“buscar y salvar” a los pecadores. Lucas 19.10. Nosotros también, como continuadores de su obra,
no podemos pensar que la salvación de los pecadores ocupe el lugar de un ítem más en nuestra
agenda, sino que debe ser aquello a lo cual nos entregamos prioritariamente, siguiendo las mismas
pisadas de nuestro Maestro. Compenetrados de nuestro llamado debemos arder con pasión por la
salvación  de  los  pecadores,  alcanzando  el  objetivote  Dios  y  cumpliendo  la  obra  que  nos  ha
encomendado. A ello debe estar dedicada nuestra principal atención, capacidad y tiempo.

A) Lo que le hace posible.
1) La unción que Jesús nos impartió.
El haber sido enviados por Jesús para esto mismo, con la misma gracia y unción con que él
fue enviado. Juan 20.21; mateo 28.18-19; Hechos 1.8

2) Por el gozo propuesto.
Jesús tenía un “gozo que le fue puesto delante de él”. Este gozo le ayudó a sobrellevar todas
las cargas y penas de la tarea. Hebreos 12.2. Su gozo consistía en anticipar el día de su entrada
triunfal al Padre “con los hijos que Dios me dio”. Hebreos 2.13. Nosotros también como nuestro
Señor, podemos anticiparnos al gozo de nuestra entrada en los cielos, no solos, sino con aquellas
preciosas vidas redimidas que Dios ha dado como fruto de nuestro trabajo. Salmo 126.6. Como
también Pablo calificaba el fruto de sus trabajos en el evangelio, diciendo: “gloria y corona mía…”
Filipenses 4.1

3) Por lo precioso que es el hombre.
Sólo el Padre, que sabe, puede explicarnos el valor del hombre. Para él no hay cosa más
preciosa en el universo. Tanto  lo infinito  de su perdición  como  la gloria indescriptible  de su
salvación, nos presentan el desafío a esforzarnos en nuestra tarea divina de salvarle. De lo contrario,
¿cómo explicaríamos nuestra negligencia siendo que somos los portadores de su salvación? De ahí
la exclamación de Pablo: “Ay de mí si no anunciare el evangelio”. Pablo sabía pesar el valor del
hombre y de la investidura que él tenía como portador de “una salvación tan grande” 1 Corintios
9.16

B) De qué manera expresamos esta pasión.
Este sentir no debe ser una pasión pasiva sino activa ¿Cómo?

a) llegando a los pecadores

b)  proveyéndoles  toda  la  gracia  y  los  recursos  que  estén  a  nuestro  alcance  para  su
salvación, cuidado y edificación.

C) Los estorbos.
Debemos estar atentos a los estorbos. Algunos de ellos pueden se:

1) Que estemos atrapados en un incorrecto esquema de vida.
Estar abrumados por muchos intereses seculares. El afán por alcanzar posición ó riqueza.
Me refiero a todo lo  que  sobrepasa  la  legítima  necesidad  y  cuidado  de  nosotros  y  nuestras
familias. Lo legítimo lo alcanzamos en un marco de confianza en Dios quien ha prometido proveer.
Somos sus siervos. Pero cuando pasamos la medida de lo prudente, podemos estorbar nuestra
oportunidad y eficacia en el servicio. Debemos recordar el oportuno consejo de Pablo a Timoteo:
“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel  que lo tomó
por soldado”. 2 Timoteo 2.4

2) Quedar afectado por los ataques del enemigo.
Podemos estar ciertos que el diablo se empleará a fondo con toda su astucia y todas sus
armas para estorbarnos en el cumplimiento de nuestra suprema misión. Entre las muchas armas que
él usa hay cinco que se destacan:

a) Desaliento. Procurará convencernos que no podemos. Que tenemos muchos defectos…,
que no hemos crecido lo suficiente, o que no es responsabilidad nuestra sino  la de otros que tienen
“un don especial”.
b) Distracción. Procurará llenarnos de muchas “actividades en la obra del Señor”, pero que
nos distraen del propósito supremo de Cristo. Se dice que “lo bueno es enemigo de lo mejor”.
c)  Dilación.  No  dirá  que no  es  tiempo…  que  lo  dejemos  para mañana.  Que debemos
procurar nuevas y mejores circunstancias y oportunidades. Que este caso no tiene importancia…
que ese no se va a convertir. Que ya hemos trabajado demasiado… que ya hemos cumplido nuestra
cuita. Recordemos a Pablo, que aún anciano, se ocupaba fervorosamente en ganar a otros para
Cristo.
d) Confusión. Tratará de apartarnos de la sencillez y hacerlo todo muy difícil y complicado.
Algo que sólo con “mucha preparación” y “habilidad” se puede realizar.
e) Orgullo. Haciéndonos sentir fuertes en nosotros mismos y no depender del Espíritu Santo:
“ya lo sabemos hacer”… somos expertos, etc.

TENÍA COMPASIÓN DE LOS HOMBRES
“Y  al ver  a  los  multitudes,  tuvo  compasión  de ellas,  porque estaban  desamparadas  y
dispersas como ovejas que no tienen pastor”. Mateo 9.36
Todo el ministerio de Jesús fluía de esta compasión por los pecadores.
No había venido para criticar ni para condenar, sino para salvar. Al hacerlo él manifestaba el
gran amor de Dios por una humanidad perdida.
Nosotros, como obreros del Señor somos sacerdotes, somos “puente” entre ese gran amor y
misericordia y los hombres necesitados.  Y es porque el mundo está tan carente de amor, que la
manifestación de la misericordia de Dios a través de nosotros, viene a ser como el néctar que les
atrae  irresistiblemente.  Esa  compasión  es  el  óleo  divino  que  hace  llegar  el  evangelio  a  sus
corazones.
Vez tras vez en los testimonios se expresa que no fue tanto el bien pulido mensaje, sino el
amor que les ganó. Nos han dicho más de una vez: “No entendí nada…. Pero sentí el amor…”
A) Debemos ser auténticos.
No podemos simular. La verdadera compasión sólo fluye cuando en verdad amamos y el
Espíritu Santo toca nuestro corazón para hacernos sentir la necesidad del pecador.
13También es la manifestación de esta sincera compasión que da  autenticidad al mensaje
mismo. Es decir, que estaremos revelando a Dios mismo en su carácter de amor y compasión.
Salmo 103.11
Pero esto no nos debe resultar difícil ya que él ha derramado en nosotros su amor. Romanos 5.5
B) Debemos quitar la atención de nosotros mismos.
Nuestra atención debe estar colocada en Dios y el pecador, puesto que es Dios mismo que se
encuentra con él a través de nosotros. La mejor manera de olvidarnos de nosotros mismos será
concentrar nuestra oración y dependencia del Espíritu Santo para inspirarnos a la vez que abrimos el
corazón para comprender la necesidad del pecador.
Debemos despreocuparnos de:
- Estar preocupados por ser bien recibidos, honrados o atendidos.
- Estar preocupados por “hacer un buen papel”.
Toda intención que no sea un sincero y sacrificial interés en el pecador necesitado
estorbará el libre fluir de la compasión de Cristo.

SE DABA A SI MISMO.

Jesús se daba a si mismo. Él era el pan que se ofrecía para que los hombres coman; era el
agua viva que otros podrían beber. Predicaba, pero él mismo era la sustancia de su predicación.
Responder a su mensaje consistía en “venir a él”, “comer de él”, “beber de él”.
Cuando decía:  “El Reino de Dios ha llegado”, implicaba que  él había llegado. Cuando
decía: “está entre vosotros”  era que  él estaba entre ellos. Él era la presencia misma de Dios
encarnada, visible y tangible. No podía mandar libros o explicaciones o sustitutos; él mismo tenía
que estar presente.
Jesús está ahora en la tierra en la persona de sus discípulos, que somos nosotros. Su Iglesia
es la suma de su manifestación al mundo. Él, ahora, se da a los hombres a través de nosotros.
Nosotros  podemos  dar  muchas  cosas  a  los  hombres:  sermones,  artículos  impresos,  consejos,
cordialidad; pero no habremos dado nada hasta que nos hayamos dado a nosotros mismos.
A) La clave.
Podemos equivocarnos pensando que al ser heraldos, el mensaje es lo más importante.
Cuando, en realidad, el mensaje no es más que un anuncio. Al darlo estamos diciendo: “Vengan al
banquete”, “vengan a comer”. Cuando vienen, no están buscando más explicaciones acerca de la
“comida”sino que nos están buscando a nosotros. Nosotros somos “la comida”y “la bebida”que
Dios les ha preparado. Esto es porque Cristo se manifiesta a través de nosotros.
Es a través de nosotros que fluye la salvación y la vida de Cristo. Esta es la clave. Así como
cuando inclinamos un cántaro lleno y volcamos su contenido en uno vacío. Así Dios ha provisto
que de nosotros mismos fluya la vida de Cristo.

B) Esto requiere darnos.
Fundamentalmente requiere apartar de nuestro tiempo para brindarnos y servir a  otros.
Cuando otros pueden disponer de nuestro tiempo estaremos dando parte de nosotros mismos.
C) Ellos buscan al Cristo que está en nosotros.
Ellos buscan la fuente de salvación  y vida que Dios ha atesorado en nosotros por medio del
Espíritu Santo, lo cual es Cristo mismo en nosotros. Juan 7.38-39; Colosenses 1.27. El darnos debe
implicar: dar a Cristo. Que ellos palpen en nosotros su compasión, su mansedumbre, su paciencia,
su compañerismo, su verdad, su vida.

D) No es cómodo.
Ninguno podrá brindarse de esta manera si sólo atiende su propia comodidad. Esto requiere
dedicación, propósito, visión, sacrificio. También requiere un vaso limpio y lleno.

E) No podemos darnos a todos.
Se trata de una entrega real y efectiva que demandará mucho de nosotros. Por eso sólo
podremos darnos de esta manera a un limitado número de personas. A muchos les daremos algo
pero es sólo a algunos que podremos dar todo. Ejemplo: Jesús sólo se dio de esta manera a doce
hombres.

F) Debemos discernir cuando hemos completado la obra de ellos.
Jesús entendió cuando había completado su obra en los doce.

G) Nuestra familia.
Esta entrega, corresponde hacerla primeramente a nuestra propia familia.

lunes, 1 de octubre de 2012

El obrero en su función 2 de 4 - I. Baker



El obrero en su función  - 2da. Parte

3- SU  CARÁCTER   
                                                                                            
EN TODO MOSTRÓ SU SENCILLEZ

En cuanto a la sencillez de Jesús, lo primero que tenemos que destacar es que:

A) Era humilde.
Como discípulos de Jesús, los que hemos encarnado su mismo ministerio, debemos oír su
mandamiento: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón…” Mateo 11.29. Nos damos
cuenta que no puede haber nada más contrario a Cristo que un espíritu orgulloso. Al menos hay
expresiones bien definidas en que se manifiesta el espíritu de orgullo:
a) Querer ser alguien, tener dotes espirituales, ser brillante, sobresalir.
b) Querer ser servido, mandar, tener autoridad, procura de liderazgo.
c) Querer ser honrado, buscando posición, dinero, posesiones, etc.

Si es que nuestro carácter no ha sido debidamente tratado por Dios, tenemos que tener
cuidado.  Porque  siendo  obreros  que  aspiran  a  cargos  de  responsabilidad  en  la  Iglesia,  muy
fácilmente  esa  aspiración  puede  transformarse  en  una  intención  carnal,  apeteciendo  alcanzar
liderazgo. En realidad la iglesia ofrece el más alto de los liderazgos porque allí actuamos de parte de
Dios mismo, y tenemos influencia sobre las almas y los espíritus. Nos miran como representantes
de Dios y nos brindan el más alto amor y respeto. Y debe ser así. Dios manda que se ame y respete
a sus obreros. Pero Dios también pone mucho cuidado en amonestarnos, no sea que de repente nos
apropiemos de alguna gloria que sólo corresponde al Señor; que nuestra carne comience a gustar y a
beber de la fuente de orgullo. Ejemplo: Diótrefes 3º Juan 9; Pablo y su aguijón 2º Corintios 12.7
Por eso nos conviene marcar claramente este aspecto en la vida de Jesús: su humildad e
imitarlo. A través de Jesús se manifiesta la humildad de Dios. La cuna en el pesebre, la modesta
casa de Nazaret, la carpintería de José y la modesta vida de Jesús; no fueron circunstancias que se
dieron al azar sino que obedecieron a una deliberada situación de Dios. Fue el entorno adecuado
que escogió para su Hijo. El tenía que ser ejemplo de humildad como eficaz antídoto del orgullo del
hombre.  Evidentemente el dueño del universo ha querido dejar bien marcada la lección  de la
modestia. No cabe en un discípulo de Cristo el afán por alcanzar posición, fama entre los hombres o
riquezas materiales.
Pero no sólo nos dio el ejemplo, sino también el mandamiento:  “… sea el mayor entre
vosotros como el más joven, y el que dirige como el que sirve”. Lucas 22.26

B) No era pretencioso.
La sencillez de Jesús también se notaba en que para hacer la obra no echaba mano a ningún
recurso  especial.  Al  adoptar  este  modo  de  obrar,  lejos  de  limitarse,  se  le  abrían  todas  las
posibilidades. Cualquier lugar o circunstancia era recurso adecuado para cumplir su ministerio. Esto
hacía que él estuviera permanentemente en contacto con la gente y que fuera accesible a todos. En
la imitación de Jesús todo el andamiaje mundano y ostentoso se desploma y la iglesia vuelve a su
imagen primitiva de la humildad.
La iglesia deja sus posesiones, grandes edificios e instituciones e invierte su dinero en
misiones, obreros y los pobres y necesitados de la grey. Para la predicación y el ministerio adopta
los recursos comunes que se dan naturalmente. La iglesia deja de estar escondida cómodamente en
sus edificios y se vuelca a las calles, las avenidas, las plazas buscando los grandes lugares de
9aglomeración para predicar y ganar a los pecadores. Los hogares vuelven a ser los centros donde se
forman los discípulos.

Veamos algunas cosas más que hacen a la sencillez en la imitación de Jesús:

a) Ubicarnos como instrumentos de Dios y no como los que hacemos la obra.
Cristo es la vid, nuestro Padre es el labrador, nosotros somos los instrumentos en las manos
del  labrador.  Nosotros  predicamos,  él,  por  medio  del  Espíritu  Santo  convence  de  pecado  y
convierte. Nosotros no somos responsables de la conversión de los pecadores, sino sólo de la
predicación. A veces hemos tenido temor de predicar a alguno “porque después nos vamos a sentir
responsables de seguirle hasta que se convierta”. También hemos dicho alguna vez: “No voy a
hablar a muchos porque después no podré dormir de noche pensando en mi responsabilidad de
hacer un seguimiento de cada caso”. Otras veces hemos señalado por nuestra cuenta a alguno y
hemos declarado que se va a convertir. De ahí en adelante hemos trabajado e insistido sin resultado
positivo. Eso también nos ha frustrado.
Debemos ser más modestos y dejar a Dios la parte que le corresponde a él. Nuestra parte
debe ser descubrir aquellos en los cuales vemos que el Espíritu Santo está obrando. Jesús dijo:
“Ninguno puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere”. Juan 6.44. Aprendamos a usar
el evangelio como si fuera un radar para descubrir a los que tienen sed de Dios.

b) Aprender a hacer la obra con los recursos que se nos dan en la mano.
Para  nuestra  función  como  obreros  debemos  valorar  mucho  lo  que  se  nos  da,  lo  que
tenemos, nuestras circunstancias, nuestra esposa, nuestros hijos, nuestra casa, nuestro barrio, el
lugar de nuestro trabajo, lo lugares que nosotros frecuentamos. Lo fundamental no es buscar otro
lugar y otra circunstancia sino  transformar las circunstancias por nuestra presencia y por nuestra
palabra. Lo fundamental es estar fortalecidos e iluminados por el Espíritu Santo. Así que uno de
nuestros más grandes aciertos será hacer buen uso de las circunstancias comunes que se nos dan.
Luego ser diligentes en seguir a los que manifiestan sed.

c) Saber ser “heraldos” y no eruditos polemicistas
No dijo Dios que tenemos que contestar todas las preguntas. Nuestra mejor respuesta será
insistir en explicar y repetir lo que hemos predicado.

d)  Que no nos perdamos más entre las muchas páginas de la Biblia  sino que sepamos
“trazar bien la Palabra de verdad…” Yo diría que redescubramos  “la pequeña Biblia de los
apóstoles”. Es decir, los mandamientos de Cristo. Lo que llamamos “la Carpeta de las Enseñanzas”
es precisamente esa palabra de Cristo. Cuando la completemos queremos que contenga todos los
mandamientos del Señor que son los que él mandó a predicar. Mateo 28.19-20

e) Que la plenitud del Espíritu sea algo presente, accesible, vigente y no algo misterioso y
lejano.

f) Que la oración sea fácil, hablando con nuestro Padre como un amigo, un compañero. Que
sea fácil, constante, eficaz por causa de una fe basada en un amor sincero donde todo se cree, todo
se espera, todo se puede en Cristo.

g)  Que  nuestra  predicación  sea  sencilla,  constante,  saturada  de  humildad,  gracia  y
misericordia, que usemos mucho nuestro testimonio y experiencia, que no nos preocupemos en
saber muchas cosas “sino sólo a Jesucristo y a éste crucificado”. Que lo declaremos con lenguaje
sencillo no pretendiendo afectar mayor sabiduría cuando estamos  con gente más ilustrada. Con
ellos  seamos igualmente  sencillos. Así fue Jesús.

h) Que no tengamos temor de repetir. No nos cansemos de repetir. La repetición es la que
ayuda a los que escuchan a comprender y a nosotros a quedar más claros y poseídos de la Palabra.
No procuremos novedades. No hay novedades. Dios está repitiendo las mismas cosas desde la
eternidad pasada. La novedad, lo nuevo, es el vigor espiritual que el Espíritu da a la Palabra. Cada
vez que lo repetís tendrá una nueva gracia, una nueva profundidad, si lo das en fe el Espíritu dará
vida a la palabra. Con Dios las cosas viejas se hacen nuevas constantemente. El buen levita es el
que saca de sus tesores cosas nuevas y viejas. Pero es que las viejas son hechas nuevas por Dios.
Como  Juan  que  dice  que  nos  da  un  mandamiento  nuevo,  y  luego  aclara  que  es  el  viejo
mandamiento. 1º Juan 2.7-8

En todo esto imitemos la sencillez que había en Cristo.